jueves, 8 de abril de 2010

Respeto a la vida




La vida es una brillante demostración de la sabiduría y el conocimiento de Dios, un vívido reflejo de su arte y poder. Él es el Dador y el Creador de la vida. Nada debe su existencia al azar y nadie se crea a sí mismo, ni crea tampoco ser alguno. la vida constituye un valor querido y estimable y ninguna persona sensata y normal desearía perderla por su voluntad.

Lamentablemente, el hombre bajo diversas influencias a tendido a agredir ese valioso regalo que ha recibido en dos aspectos terribles:


1. Homicidio


La palabra HOMICIDIO deriva de la expresión latina homicidium, que a la vez se compone de dos elementos: homo y caedere. Homo que significa hombre y caedere que significa matar. En esta forma, homicidio significa muerte de hombre causada por otro hombre.


Según la enciclopedia jurídica “consiste en la muerte de un hombre ocasionada por ilícito comportamiento de otro hombre”.

“El Homicidio consiste en privar de la vida a un ser humano por cualquier medio”.

“El delito de homicidio en el derecho moderno consiste en la privación antijurídica de la vida de un ser humano cualquiera que sea su edad, sexo, raza o condiciones sociales”.

Gramaticalmente quiere decir: “Acción de causar la muerte a una persona”.

Otra definición gramaticalmente seria, “Muerte causada a una persona por otra, ejecutada ilegítimamente y, por lo común con violencia”.
En general, como ya se expuso anteriormente el homicidio tiene varias acepciones, pero para poder definirlo de forma mas clara y en base a lo citado el Homicidio es: "La conducta que produce antijurídicamente la muerte de una persona, cualquiera que sean sus características (edad, sexo, profesión, cultura, raza, condiciones económicas, sociales, etc.), la muerte es causada por un hombre (sujeto activo) y que en muchas de las veces es con el uso de violencia".


El aborto y su clasificación:

Teniendo en cuenta las causas que originan el aborto, se clasifican en:

* Aborto espontáneo o natural
* Aborto provocado
* Aborto terapéutico


Aborto espontáneo o natural:


El aborto espontáneo se debe tanto a defectos paternos como maternos. Respecto a los primeros, es digno de señalar que del 40% al 50% de los abortos espontáneos de origen materno son atribuidos a la sífilis, muchas veces desconocida, ignorada, o negada a sabiendas. El restante 50% se debe a alcoholismo habitual y crónico, agotamiento físico o intelectual, vejez entre otras.


La causa de orden materno son variadas. Las malformaciones de cada uno de los órganos del aparato genital femenino; los pólipos, fibromas, cánceres, las endometritis, entre otras. También algunas enfermedades como diabetes, hipertensión, o enfermedades producidas por infecciones bacterianas o virales son causantes de aborto espóntaneo.

Como causas conjuntas, paternas y maternas, y que actúan a la vez, podemos citar los matrimonios muy jóvenes, los tardíos, la vejes prematura o la decrepitud de uno de los conyuges, la miseria, el hambre, la privaciones, el terror, la desesperación, el alcoholismo común, la sífilis o la tuberculosis, también padecidas conjuntamente. Todas estas causas pueden actuar en el momento propulsor de la fecundación. Otras causas de aborto espóntaneo son las malformaciones del embrión.

Aborto provocado o aborto criminal:


Algunos pueblos no consideran acto criminal el aborto provocado, ya que entre ellos es conceptuado como un acto natural. Este criterio se ha mantenido en ciertas civilizaciones y hoy es practicado impunemente en ciertas sociedades.

En Europa Occidental el aborto es más o menos duramente reprimido, según la política de natalidad llevada por los países en cuestión. Sin embargo, y pese a la persecución penal de que es objeto, sus prácticas se desarrollan clandestinamente, y muy a menudo, sin las necesarias garantías de higiene y asepsia, lo cual provoca graves lesiones o la muerte a la embarazada.

Dentro de este grupo se incluye el aborto producido por imprudencia. Su distintiva es su carácter negativo de omisión voluntaria o imprudencia unido a la aceptación de los resultados abortivos.

Aborto terapéutico:


Es el que tiene por objeto evacuar científicamente, por medio de maniobras regladas, la cavidad uterina, vaciándola de todo sus contenido. Este a

borto lo verifica un médico especializado y se toman las medidas precisas para salvaguardar la vida de la paciente, seriamente amenazada. Se realiza cuando la vida del feto se considera perdida (producto muerto) o respresenta un gravísimo peligro para la madre.


2. Suicidio


Acción de quitarse la vida de forma voluntaria. Se entiende a la distribución directamente querida de la propia vida, bien sea por un acto o una omisión voluntaria.de quitarse la vida de forma voluntaria.

Causas que llevan al suicidio.


La influencia de los medios de comunicación en el suicidio.


Los medios de comunicación forman una parte sumamente importante en la recepción de información y de datos q constituyen nuestro bagaje cultural. los medios masivos, influyen en su comportamiento y en sus actitudes ante la vida misma. lo ayudan a tomar decisiones y lo pueden empujar a determinar sus pautas de comportamiento a través de estereotipos o por la información que se le proporciona al individuo.

Un caso muy común es la gran influencia que ejercen los noticieros y este medio de comunicación masivo por excelencia y por presentar una imagen del mundo deteriorada y muchas veces de modo morboso, solo para atraer la atención del público.

Cabe mencionar que el resultado del proceso de emisor, receptor y o retroalimentación, que ejercen os medios masivos en los individuos, actúan como refuerzo de las actitudes en el ser humano, haciendo que estos sean positivos o negativos en su desarrollo social.

un suicida puede llegar a tener gran influencia por parte de los medios al orillarlo a la depresión, al temor, la angustia, la agonía y hasta la imitación de estereotipos que por estar en la televisión peden ser un ejemplo a seguir para los televidentes.

Otras causas


Desde el punto de vista sociológico poco se sabe de las causas: para algunos sería a causa de una dificultad de integración social por parte del suicida; para otros se debe a desórdenes mentales, incapacidades físicas mal asimiladas, ...

El suicidio en la juventud ha aumentado y algunos se lo atribuyen al abuso de las drogas y el alcohol.

Es más acerado afirmar que los mismos factores que llevan a las personas al alcohol o a las drogas, las lleven a intentos de cometer actos suicidas. los factores de aislamiento social o psicológico y los estados depresivos tienen una mayor importancia en momentos de cometer el suicidio. el aislamiento psicológico producido a veces por la ruptura de los lazos afectivos, por las carencias endémicas de afecto o por la frustración de determinadas expectativas.


Desde el punto de vista ético, la causa más inmediata suele ser la desesperación, situación extrema a la que se llega por diversas influencias. dejando de lado los casos patológicos (trastornos mentales habituales o esporádicos de difícil valoración moral) y el reconocimiento de la frialdad y cálculo, muy pocas veces coexisten con un gesto contrario al instinto de conservación del hombre. tampoco puede excluirse el hecho de decisiones trágicas tomadas con la deliberación suficiente de quien sabe lo que hace y por qué lo hace. como causa principal a las que se reducen todas las demás, a de señalarse el concepto materialista de la vida y la consiguiente insatisfacción que producen los fracasos. la angustia y la ansiedad que provocan el suicidio son efecto de una exagerada sensibilidad o de falta de ideales, acabando por quitar todo sentido a la existencia, cuando se cae en una apreciación de los acontecimientos.



La comunicación en el acto suicida



El comportamiento suicida, aparece más claro cuando se considera como una forma de comunicación.

En la mayoría de los casos el suicidio, es como una larga cadena de acontecimientos, acompañada de muchas comunicaciones a lo largo de este proceso, el acto suicida acaba convirtiéndose en una comunicación que puede tener muchos sentidos y gran importancia.

La comunicación en la conducta suicida se clasifica según:

Su forma: puede ser verbal (incluyendo escrita); no verbal y comportamental.

Si es directa o indirecta: puede ser abierta y clara, implícita e indirecta. son formas de comunicación el retraimiento, la donación de objetos estimados, las alusiones a cosas que no necesitan, fantasías de muerte, sepultura o recate de situaciones peligrosas.

sustancias o contenido: puede contener expresiones de culpabilidad explicaciones del acto suicida o instrucciones para las demás personas, por ejemplo testamentos o cartas de los suicidas.

Objeto de la comunicación: en las situaciones más interpersonales la comunicación ya dirigida a una persona o personas concretas; cuando las motivaciones son intrapersonales, la comunicación va más bien dirigida a la sociedad en general.


Finalidad: puede ser patente o indirecta, a veces se trata de un pedido de auxilio, un deseo de que lo contengan y lo rescaten, un medio para manifestar la hostilidad y el odio, una imputación final de culpa, un modo de humillar a otros o hacerles sentirse culpables, o una forma de echarse así mismos culpas de absorber a otros y de espiar los delitos propios.

sábado, 5 de diciembre de 2009

El Respeto en la familia



El Respeto es el centro de las relaciones y armonía familiares. Una familia está constantemente cambiando y creciendo, ya sea en número o en experiencias familiares. Respeto puede ser practicado en cada situación nueva para establecer y continuar un patrón de respeto entre los miembros de la familia.



Los miembros de la familia saben cuando ellos son respetados y saben cuando ellos están practicando respeto con reciprocidad. Algunas veces las reglas de respeto son claras y han sido discutidas en voz alta, compartidas y demostradas. Otras veces, estas reglas son silenciosamente establecidas para seguirlas y honrarlas.



Para desarrollar un patrón de respeto en la familia, una comunicación abierta es esencial. Todos sus miembros deben ser honestos, sinceros y confiar entre sí. Si hay comunicación y confianza entre los miembros de la familia, esto hace el establecimiento de reglas familiares de respeto mucho más fácil. La comunicación abierta también permite a los miembros de la familia participar en el establecimiento de reglas de respeto y hacer preguntas acerca de lo que exactamente se espera de ellos. Los miembros de la familia deben aceptar cometer errores e inclusive fallar cuando estén tratando de demostrar respeto. En la medida que la familia crece, ellos aprenden a relacionarse entre sí de maneras diferentes. Cuando alguien en la familia ve a otro tratando de practicar respeto, es importante animarlo y elogiarlo.



Acciones respetuosas pueden ser apreciadas, reconocidas, bienvenidas y apoyadas. Cada miembro de la familia es único y tiene su propia personalidad y estilo. Juntas, las familias deben celebrar el respeto entre sí y el respeto familiar como unidad. Cada situación es diferente y debe ser tratada como una oportunidad para practicar, intentar y establecer un patrón de respeto!

viernes, 4 de diciembre de 2009

Respeto en la educación



Entre los contenidos de la educación el más importante es el del respeto a los demás. Esto, que puede parecer anticuado en el día de hoy, constituye la esencia misma de la educación que debe ir pareja a la enseñanza de los contenidos del saber que se transmiten de generación en generación.

Porque el hombre por naturaleza es social y vive en sociedad, el aprendizaje para favorecer esa convivencia es uno de los ejes fundamentales de su formación para realizarse como hombre. Cómo deben ser las relaciones entre personas no se tiene que ver espontáneamente, sino asumir que para que el hombre no sea un lobo para el hombre puede y debe perfeccionar su carácter acondicionándole para favorecer la vida social.

En un tiempo anterior se tendió a confundir en la enseñanza los conceptos de cortesía y educación. La cortesía comprende estilos de comportamiento, normas de etiqueta, lo formal de la relación social. La educación, en cambio, supone valores intrínsecos en la relación interpersonal, entre ellos el más trascendente es el respeto a los demás. Mientras que las normas de cortesía son variables según tiempos y lugares, porque sólo afectan a determinaciones formales de las relaciones en sociedad, las normas de buena educación deben comprender los hábitos permanentes propios de una relación entre seres humanos.

Asignar el fundamento de la educación al respeto a los demás puede parecer una manera de simplificar una tarea que en la práctica se presenta ardua. Educar supone una ocupación primordial en la sociedad que implica directamente a padres y profesores, e indirectamente, en mayor o menor manera, al resto de la sociedad. De alguna forma, a cada persona le incumbe no sólo el ejercicio de la educación sino su divulgación, aunque en muchas ocasiones sólo se refleje mala educación.

Acercarse, por tanto, a lo que debe ser la educación es una prioritaria tarea social que con frecuencia en los tiempos actuales se desdeña por la prioridad de otros valores que se antojan más prácticos. Parece que entre los contenidos que se imponen en la actualidad en muchos ambientes de enseñanza el respeto ha caído en desuso, sin percibir ese segmento de la sociedad que con la pérdida del respeto la educación pierde su base fundamental.

El respeto identifica a la persona como valor: Se respeta a la otra persona porque se le reconoce que como ser humano merece el trato propio de su condición. Se establece que la convivencia es una relación entre seres con capacidad de derechos que siguen a su condición de persona y, por tanto, del respeto igualitario y universal, que se deriva del fundamento mismo del derecho natural.

El respeto supone dotar a toda relación personal de una norma objetiva que implica el querer no dañar la sensibilidad de con quien se está tratando. En cuanto que ese querer es un acto voluntario y la percepción de la sensibilidad ajena un acto intelectual, se precisa de la formación del juicio para potenciar la voluntariedad el acto en la dirección adecuada y para experimentarse en la apreciación de la sensibilidad ajena. El respeto es un contenido necesitado de ser educado mediante la enseñanza de una intelectualización que favorezca el ejercicio de los actos que potencian los valores.

La aplicación de la idea de respeto desde los primeros pasos de la educación y enseñanza se materializa en la distinción de lo que los otros sujetos suponen frente al propio interés. Por la tendencia natural al dominio, la conjunción de todas las relaciones desde la posición subjetiva de cada cual tienden a considerar a los demás en el propio servicio, y si no se corrige esa tendencia la noción de respeto no cabe en la psicología personal. Por eso el respeto exige una cierta disciplina que conlleva a dominar las tendencias del propio interés para poder en toda relación prestar la atención que merece la otra parte, con la consideración de que en función del tipo de relación la condición del trato ha de ser proporcionada. Así, la valoración del respeto al niño en sus derechos como niño, la valoración del respeto en el trato con el profesor como profesor, de los padres como padres, de los mutuos derechos en la pareja, de los derechos del trabajador,....

La exigencia que los educadores tienen que hacerse en este ámbito no es insignificante, dada la trascendencia que la educación tiene para la estabilidad de las relaciones sociales. Del respeto en la escuela se sigue la mejora del rendimiento académico. De la educación en el respeto, en la vida de la pareja se evitarían tantos agravios de violencia doméstica. De la educación en el respeto, la vida política se realizaría con mucho menos acritud. De una cultura del respeto, la tolerancia y la animosidad hacia los mayores o discapacitados se verían positivamente afectada. De la generalización del respeto como norma fundamental de educación todas las relaciones sociales se sentirían favorecidas.

En definitiva, aunque la reafirmación del valor del respeto en la sociedad suponga un esfuerzo personal y colectivo, en especial en lo que concierne a las tareas de formación y enseñanza, merece la pena situarlo en un primer plano de la cultura social si pretendemos que la misma suponga una permanente referencia del valor de las personas sobre las cosas.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Respeto en la sociedad



Vivir en sociedad nos hace reflexionar sobre el valor del respeto, pero con éste viene la diferencia de ideas y la tolerancia. En pocas palabras ¿Qué hay que saber sobre el Respeto, la Pluralidad y la Tolerancia?

Respeto, Pluralismo y Tolerancia

Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las posibilidades de los demás. El respeto es la base de toda convivencia en sociedad. Las leyes y reglamentos establecen las reglas básicas de lo que debemos respetar.

Sin embargo, el respeto no es solo hacia las leyes o la actuación de las personas. Además tiene que ver con la autoridad como sucede con los hijos y sus padres ,o los alumnos con sus maestros. El respeto también es una forma de reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas.

El respeto también tiene que ver con las creencias religiosas. Ya sea porque en nuestro hogar tuvimos una determinada formación, o porque a lo largo de la vida nos hemos ido formando una convicción, todos tenemos una posición respecto de la religión y de la espiritualidad.

Aquí viene, entonces, también el concepto de Pluralidad, es decir, de las diferencias de ideas y posturas respecto de algún tema, o de la vida misma. Cuando la pluralidad entra en el terreno de las convicciones políticas, sociales y religiosas las cosas se ponen difíciles.

Así es como llegamos al concepto de intolerancia, es decir el no tolerar. Fácilmente, ante alguien que no piensa, no actúa, no vive o no cree como nosotros, podemos adoptar una actitud agresiva. Esta actitud, cuando es tomada en contra de nuestras ideas se percibe como un atropello a uno de nuestros valores fundamentales: la libertad. La intolerancia puede ser tan opresiva, que haga prácticamente imposible la convivencia humana. Por lo tanto, debemos aprender a aceptar las decisiones de los demás sin entrometernos, ni mofarnos de ellas porque cada uno de nosotros tenemos la libertad de elegir a quien serviremos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Respeto a la naturaleza



Respetar la Naturaleza no significa tan solo respetar el entorno en elque vivimos, conservar un paisajede especial belleza o salvar dela extinciÛn a las ballenas o loselefantes. A la larga, el respeto porla naturaleza nos lleva a cambiarnuestra forma de vivir y nuestraactitud respecto del mundo y denosotros mismos.




Nos hemos acostumbrado a ver la naturaleza como algo que estaba totalmente a nuestra disposición: un almacén del cuál extraer materias primas y un vertedero ilimitado donde alojar nuestros residuos. Pero desde hace unas décadas, una serie de acontecimientos que se han dado en llamar “crisis ecológica” nos han demostrado que no podemos ma por más tiempo esta actitud.


¡Cuidemos Nuestro Medio Ambiente!





martes, 1 de diciembre de 2009

Cuentos infantiles



El misterioso ladrón de ladrones

Caco Malako era ladrón de profesión. Robaba casi cualquier cosa, pero era tan habilidoso, que nunca lo habían pillado. Así que hacía una vida completamente normal, y pasaba por ser un respetable comerciante. Robara poco o robara mucho, Caco nunca se había preocupado demasiado por sus víctimas; pero todo eso cambió la noche que robaron en su casa.

Era lo último que habría esperado, pero cuando no encontró muchas de sus cosas, y vio todo revuelto, se puso verdaderamente furioso, y corrió todo indignado a contárselo a la policía. Y eso que era tan ladrón, que al entrar en la comisaría sintió una alergia tremenda, y picores por todo el cuerpo.

¡Ay! ¡Menuda rabia daba sentirse robado siendo él mismo el verdadero ladrón del barrio! Caco comenzó a sospechar de todo y de todos. ¿Sería Don Tomás, el panadero? ¿Cómo podría haberse enterado de que Caco le quitaba dos pasteles todos los domingos? ¿Y si fuera Doña Emilia, que había descubierto que llevaba años robándole las flores de su ventana y ahora había decidido vengarse de Caco? Y así con todo el mundo, hasta tal punto que Caco veía un ladrón detrás de cada sonrisa y cada saludo.

Tras unos cuantos días en que apenas pudo dormir de tanta rabia, Caco comenzó a tranquilizarse y olvidar lo sucedido. Pero su calma no duró nada: la noche siguiente, volvieron a robarle mientras dormía.

Rojo de ira, volvió a hablar con la policía, y viendo su insistencia en atrapar al culpable, le propusieron instalar una cámara en su casa para pillar al ladrón con las manos en la masa. Era una cámara modernísima que aún estaba en pruebas, capaz de activarse con los ruidos del ladrón, y seguirlo hasta su guarida.

Pasaron unas cuantas noches antes de que el ladrón volviera a actuar. Pero una mañana muy temprano el inspector llamó a Caco entusiasmado:

- ¡Venga corriendo a ver la cinta, señor Caco! ¡Hemos pillado al ladrón!

Caco saltó de la cama y salió volando hacia la comisaría. Nada más entrar, diez policías se le echaron encima y le pusieron las esposas, mientras el resto no paraba de reír alrededor de un televisor. En la imagen podía verse claramente a Caco Malako sonámbulo, robándose a sí mismo, y ocultando todas sus cosas en el mismo escondite en que había guardado cuanto había robado a sus demás vecinos durante años... casi tantos, como los que le tocaría pasar en la cárcel.


Tomás Tarambana y su tambor

Tomás Tarambana era un niño de plastilina naranja y azul que vivía en un colegio. Aunque tenía muchas cosas buenas, había empezado a perder un poco el respeto a los demás, y cuando su tía Agata, una gran bola de plastilina de colores, le regaló un tambor por su cumpleaños, aquello fue terrible. Daba igual cuánto le pidieran todos que tocara más bajo, o que fuera a hacerlo a otro lugar: Tomás se paseaba por toda el aula aporreando el tambor, sin que las molestias que causaba a los demás le importasen ni un pimiento. Así que el resto de figuritas del aula dejaron de querer jugar con Tomás, y sufrieron mucho con su ruidoso tambor hasta que Coco Sapio, un muñeco listísimo hecho con construcciones, inventó unos tapones especiales para los oidos que dejaban oir los ruidos normales, pero evitaban los más molestos.

Tomás, al ver que los demás ya no le hacían caso, y que ni siquiera se molestaban, se enfadó mucho con Coco Sapio, y tras una gran pelea, el inventor terminó cayendo al suelo desde lo alto de una mesa, ronpiéndose en sus mil piezas. Aunque fue un accidente, todos se enfadaron tanto con Tomás, que ya nadie quiso volver a saber nada de él, aunque a él tampoco le importó mucho.

Y todo habría quedado así si no fuera porque a los pocos días, colocaron en la clase en precioso reloj de cuco, justo al lado de la estantería que dormía Tomás. El cuco sonaba constantemente, "tic, tac, tic, tac", y para colmo cada hora salía a hacer "cucú, cucú", así que Tomás no podía descansar ni un poquito, pero los demás, con sus tapones especiales, estaban tan tranquilos.

Entonces Tomás empezó a darse cuenta de lo muchísimo que había molestado a todos con su tambor, y de la tontería que había hecho peleándose con Coco Sapio, que sería el único que podría ayudarle ahora. Y decidido a cambiar la situación, y a que todos vieran que iba a convertirse en el niño más bueno y respetuoso, dedicó todo el tiempo a ir reuniendo las piezas de Coco Sapio para reconstruirlo en secreto. Le llevó muchísimos días y noches, hasta que terminó justo cuando ya casi no podía más, de tan poco que dormía por culpa del reloj de cuco. Y cuando Coco Sapio estuvo construido y volvió a tomar vida, todos se llevaron una estupenda sorpresa y felicitaron mucho a Tomás por su trabajo, que pidió perdón a todos por su falta de cuidado y por no haber tenido en cuenta lo mucho que les molestaba. Así que aunque Coco Sapio estaba algo enfadado con Tomás Tarambana, le convencieron para que inventara unos tapones para él, y a partir de aquel día, pudo por fin Tomás Tarambana descansar un poco, y nunca más dejó que nadie volviera a ser tan desconsiderado como lo había sido él mismo.

El leopardo en su árbol

Hubo una vez en la selva un leopardo muy nocturno. Apenas podía dormir por las noches, y tumbado sobre la rama de su precioso árbol, se dedicaba a mirar lo que ocurría en la selva durante la noche. Fue así como descubrió que en aquella selva había un ladrón, observándole pasar cada noche a la ida con las manos vacías, y a la vuelta con los objetos robados durante sus fechorías. Unas veces eran los plátanos del señor mono, otras la peluca del león o las manchas de la cebra, y un día hasta el colmillo postizo que el gran elefante solía llevar el secreto.

Pero como aquel leopardo era un tipo muy tranquilo que vivía al margen de todo el mundo, no quiso decir nada a nadie, pues la cosa no iba con él, y a decir verdad, le hacía gracia descubrir esos secretillos.

Así, los animales llegaron a estar revolucionados por la presencia del sigiloso ladrón: el elefante se sentía ridículo sin su colmillo, la cebra parecía un burro blanco y no digamos el león, que ya no imponía ningún respeto estando calvo como una leona. Así estaban la mayoría de los animales, furiosos, confundidos o ridículos, pero el leopardo siguió tranquilo en su árbol, disfrutando incluso cada noche con los viajes del ladrón.

Sin embargo, una noche el ladrón se tomó vacaciones, y después de esperarlo durante largo rato, el leopardo se cansó y decidió dormir un rato. Cuando despertó, se descubrió en un lugar muy distinto del que era su hogar, flotando sobre el agua, aún subido al árbol. Estaba en un pequeño lago dentro de una cueva, y a su alrededor pudo ver todos aquellos objetos que noche tras noche había visto robar... ¡el ladrón había cortado el árbol y había robado su propia casa con él dentro!. Aquello era el colmo, así que el leopardo, aprovechando que el ladrón no estaba por allí, escapó corriendo, y al momento fue a ver al resto de animales para contarles dónde guardaba sus cosas aquel ladrón...

Todos alabaron al leopardo por haber descubierto al ladrón y su escondite, y permitirles recuperar sus cosas. Y resultó que al final, quien más salió perdiendo fue el leopardo, que no pudo replantar su magnífico árbol y tuvo que conformarse con uno mucho peor y en un sitio muy aburrido... y se lamentaba al recordar su indiferencia con los problemas de los demás, viendo que a la larga, por no haber hecho nada, se habían terminado convirtiendo en sus propios problemas.

Los cotillas

Sara y Marcos eran unos cotillas de campeonato. Siempre andaban espiando y curioseando todo de todos, y disfrutaban aireando cuanto descubrían, que era mucho y normalmente no muy bueno. A menudo les habían explicado la importancia de respetar la intimidad de los demás, pero ellos respondían diciendo "si no tuvieran nada que ocultar, no les importaría. Nosotros no tenemos nada que ocultar, y por eso nos da igual".

Hasta que un pobre brujo con pocos poderes mágicos, pero muy mala uva se cruzó en su camino. Y después de que le destrozaran uno de sus trucos baratos, decidió vengarse con un extraño conjuro que hizo reir a los niños antes de dejar el lugar.
Sin embargo, al día siguiente, mientras estaban en clase, el altavoz de las emergencias sonó con la voz del brujo:

- ¡Din, don, dinnnn! ¡din, don , dinnnn! ¡Atención! Sara Márquez piensa que Roberto es un chico muy guapo y le gustaría ser su novia. ¡din, don, dinnnn!

¡Menuda vergüenza pasó Sara!; jamás le había dicho nada a nadie y se puso roja como un tomate... Se armó un gran revuelo que cesó cuando poco después volvió el altavoz con sus avisos:

- ¡Atención!, ahora Marcos Mendoza está pensando que Antonio Muñoz es un gorila tonto y gordo, y que si él fuera más grande le daría una buena paliza... ¡din, don din!

Y el pobre Marcos tuvo que salir corriendo y esconderse para evitar que Antonio le diera un zurra de espanto...
Y así, durante todo el día, el odioso altavoz no dejó de contar los pensamientos más intimos de los dos cotillas, y cada minuto que pasaba su vergüenza y sus problemas iban en aumento. Hasta que la pareja se plantó delante del altavoz, llorando de ira y de rabia, pidiéndole que dejara de airear sus pensamientos.
- Si no tenéis nada que ocultar, no debería importaros - respondió el brujo. al otro lado del altavoz.
- ¡Claro que no tenemos nada que ocultar! - respondieron- ¡pero eso son cosas privadas! - volvieron a protestar.

Entonces se miraron uno al otro, y comprendieron que lo que ellos mismos llevaban haciendo toda la vida era un ejemplo de lo que el brujo les estaba haciendo pasar a través del altavoz. Y tras prometer no volver a cotillear acerca de las cosas privadas de la gente, el brujo anuló el hechizo y se despidió de todos. Y en cada uno de los chicos que lo vivió, el recuerdo de aquella mañana de risa sirvió para que recordaran siempre la importancia de respetar las cosas privadas de cada uno.

 

Respeto Copyright © 2009 Blog Diseñado por Marberi Morán | Estudiante de la UCAT'